Raíces, usos y simbologías

  • A

  • Aduar
  • Unidad social y administrativa compuesta por uno o varios clanes agrupados en viviendas familiares, que conforman un poblado (dxar). El hábitat de estos poblamientos era sedentario en todas aquellas tierras fértiles: territorios del Garb premarítimo (fachada atlántica); tierras bajas del Lucus; valles y serranías de Yebala y Gomara; Rif Central (huertas del Guis, Nekor y del Kert). En el Rif Oriental, la aridez del terreno y la escasez de precipitaciones forzaban el nomadismo de sus pobladores, tribus de los Beni Bu Yahi y Metalza. Algunas tierras se consideraban propiedad privada, tipo melq, pero otras formaban el bled yemáa, terrenos administrados por la colectividad, supervisada por un Consejo de Notables. Una agrupación de aduares podía constituir su propia yemáa (asamblea comunitaria), aunque esta Cámara Popular solo alcanzaba su máxima influencia administrativa, doctrinaria y política, cuando a la misma acudían la totalidad o mayoría de los chiuj (jefes) del conjunto de la tribu.

  • Africanista
  • Concepto utilizado para designar aquella persona, fundación o sociedad cultural dedicada al estudio del vasto temario relacionado con el África española. Este término hace también referencia a cuantos políticos y militares apoyaban la expansión de España en Marruecos, especialmente la oficialidad surgida de las Academias, atraídos por sus posibilidades de ascenso y las distinciones que podían obtener en las operaciones que, entre 1909 y 1927, se sucedieron sin apenas interrupciones. Esta dualidad normativo-castrense, que diferenciaba al militar ascendido por méritos de guerra del militar del ejército de la metrópoli, constreñido éste al ascenso por años de antigüedad, fue causa de graves conflictos, que derivaron en el desafío planteado (1917) a las Instituciones monárquicas por las Juntas de Defensa, disueltas en 1922. En el mundo civil y político, su referente máximo fue Joaquín Costa, líder del regeneracionismo y adelantado en favor de una “reinvención” de las relaciones España-Marruecos, basadas en el respeto mutuo y su firme unión contra terceros: los poderes coloniales. Costa contó con el decidido apoyo del enciclopedista Gumersindo de Azcárate, del cartógrafo y coronel José de Carvajal y Hué, del economista y jurista Francisco Coello de Portugal y Quesada, cónsules del mejor africanismo hispano.

  • Alfaquí
  • Castellanización del árabe al-faqīh, oficiante de las ceremonias religiosas.

  • Almenara
  • Del árabe al-manāra, “el lugar de la luz”, en referencia al fuego alumbrado en lo alto de las atalayas de las fuerzas musulmanas avanzadas para alertar a otras torres-vigía de la aproximación de huestes cristianas, bien por tierra o desde el mar.

  • Almocadén
  • Del árabe al-muqaddam. Habida cuenta la diversidad de sus interpretaciones, ha favorecido subsiguientes confusiones. En su sentido de mayor eficacia, puede interpretarse como auxiliar del bajá, encargado del orden público y la obediencia a los decretos jalifianos. Asimismo, vigilaba el cobro de impuestos y el reclutamiento de los contingentes alistados en las unidades jalifianas o de la Policía. En su vertiente militar, al traducirse como “el que va delante”, se corresponde con el suboficial a cargo de una sección de soldados. En este caso, la castellanización de mocadén equivale a “sargento”. Como tal, podía asumir funciones representativas en una cabila, pero sin capacidad resolutiva alguna, limitándose a encabezar el grupo de notables de una cabila cuando esta recibía la visita de las autoridades jalifianas o bien ante la llegada de un nuevo interventor español para hacerse cargo del distrito tribal.

  • Almotacén
  • Del árabe al-muhtasib, funcionario encargado de contrastar la fiabilidad de los pesos y medidas en subastas públicas. Asimismo, el responsable de supervisar, en un mercado, los precios de aquellas mercancías consideradas de primera necesidad.

  • Alta Comisaría
  • Institución situada en la cúspide de la acción política y militar de España en el Protectorado, dirigida por su máximo mandatario, el alto comisario, quien validaba los actos del jalifa, dado que la autoridad de este era meramente nominal.

  • Alto comisario
  • Suprema autoridad política del Protectorado de España en Marruecos. Su labor estaba apoyada por las jefaturas de los departamentos esenciales: Asuntos Indígenas, Fomento, Hacienda, Obras Públicas. En el aspecto militar, le correspondía el mando directo sobre el Ejército de África, asistido por tres comandantes generales, situados al frente de sus Comandancias: Ceuta, Melilla y Larache. En los cuarenta y tres años de pervivencia del Protectorado hubo un total de veinte altos comisarios; en su gran mayoría, militares. Del alto comisario dependía un secretario general, que supervisaba la administración civil y político-militar de la zona. El primer alto comisario español fue el teniente general Felipe Alfau, y el último el teniente general Rafael García-Valiño.

  • Amazigh
  • Procede de la raíz (femenina) de tamazigh, lengua común de los imazighen (bereberes) u hombres libres. En el norte de Marruecos se le conoce como tarifit o chelha, que es su traducción al árabe dialectal. Es hablado en toda Yebala y Gomara, extendiéndose a lo largo y ancho del Rif hasta más allá del Muluya, pues sobrepasa la región de Uxda y penetra en Argelia. Su núcleo lingüístico más activo se concentra en los territorios que conforman el círculo poblacional en torno a la bahía de Alhucemas o su vecindad montañosa: tribus de los Beni (hijos de) Tuzin, Beni Urriaguel, Bocoya y Tensaman. El tarifit bordea el Medio Atlas, sin adueñarse de él El tachelcit o chleuh, asentado en el Alto Atlas, abarca el Gran Sus y, por el oeste, bordea la fachada atlántica hasta Agadir e Ifni; hacia el este, se extiende por el Sáhara Central, deslizándose por los confines argelinos hasta el borde libio. El amazigh es también la lengua predominante en la región de Orán y en la Kabylia, el montañoso Tell argelino.

  • Atalaya
  • Del árabe aţ-talāī, “los centinelas”, en relación a los integrantes del destacamento situado como guarnición en un torreón de vigilancia, alzado en la frontera entre los reinos de cristianos y musulmanes. De forma circular, prismática o tronco-cónica, aún hoy subsisten en Aragón, Cataluña y Levante; incluso en la periferia nororiental de Madrid, donde constituían una bien estudiada red de torres-vigía en la denominada Marca Media. Hasta finales del siglo XI, estas torres de alerta prevenían, por medios ópticos, a un pequeño enclave fortificado, situado más al sur y conocido como al-Magrit (por su origen visigótico-mozárabe) o bien al-Maŷirit (decididamente musulmán), de los movimientos de fuerzas cristianas avistadas sobre el cordal de las cumbres del Guadarrama o entre las altas sierras de Ayllón, al norte de Guadalajara. En el Rif, las atalayas coronaban las principales viviendas, a las que servían como último refugio en caso de agresión, pero también comoapostadero emboscado para atentar  contra uno o varios enemigos personales. Abd-el-Krim, consciente de tal duplicidad, ordenó, en 1922, demoler la mayoría de las existentes en la región de Alhucemas.

  • B

  • Bajá
  • Proviene del árabe bāšā, a su vez derivado del turco pāšā, muy influenciado este por el persa pādišāh, que es la raíz primigenia. En el imperio otomano se identificaba con quien asumía las funciones de gobernador y, en consecuencia, gozaba de amplios poderes militares y políticos. En el contexto administrativo del Protectorado español quedó limitado a la regiduría de las ciudades. En la práctica, los bajás eran alcaldes. Famosos fueron la mayoría de los que rigieron Tetuán, capital del Protectorado.

  • Bereberes
  • Población original del Magreb. Proviene del latín barbar(us)y define a los  bereberes que pueblan el norte de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. Gomaríes, rifeños y yebalíes son sus referentes histórico-simbolistas. Su lengua es el amazigh o chelha. Poseen una cultura identitaria de gran vigor expresivo, con una exquisita riqueza ornamental. Su carácter les define: austeros y altivos, resistentes y recelosos entre sí, muestran firmísima unión ante cualquier amenaza exterior que pretenda alterar sus tradiciones o vulnerar sus modos democráticos de gobierno. En su mayoría son monógamos, siendo infrecuente el recurso a la poliginia, sin que sea (como antaño) un factor determinante el valor de los bienes del marido. El patriarcado sigue siendo el rey, pero el matriarcado gobierna la casa, donde la mujer es la reina. El poblamiento bereber en el Magreb crece, y su número se estima en veinte millones de personas.

  • Bled-es-majzén
  • Territorios sometidos a una suprema autoridad nacional, centralizada e indiscutida. En esencia, “país del orden”. Este hecho no evitaba que tal poder central cometiera todo tipo de excesos contra sus habitantes, pero también actos contrarios a su continuismo como Estado, dada su arbitrariedad y subsiguiente inestabilidad.

  • Bled-es-siba
  • Territorio insumiso y rebelde, hostil a cualquier mandato extranjero a sus tradiciones seculares y modos autónomos de gobierno. Por definición e irrefutables pruebas históricas, el Rif. Pero también país de anarquías, en sí mismo fratricida; concepción que, la par, se ajusta a la realidad tribal del Rif histórico, moral y social.

  • Blocao
  • Proviene del alemán blockhaus, por block (pieza de madera) y haus (casa). La traducción literal sería “caseta de madera”, pero como su concepción y uso estuvieron determinados por su carácter militar, procede definirla como casa-fortín. La facilidad y rapidez de su montaje le convirtieron en recurso defensivo habitual de los ejércitos españoles desplegados en Ultramar. Pero lo que pudo ser válido para Cuba y Filipinas no lo fue en el Marruecos de 1909-1912. A partir de 1915 el blocao a la cubana –casetón reforzado con hileras de sacos terreros y un pequeño campanario- fue sustituido por posiciones amuralladas, pero con parapetos de escasa altura y, en el recinto interior, las tiendas de campaña donde se cobijaba el inerme destacamento allí destinado. Este sistema defensivo, mal planteado, fue una de las causas de los desastres de 1921.

  • C

  • Cabila
  • Del árabe qabīla, tribu de gentes bereberes. Por una Real Orden del 27 de febrero de 1913 la cabila pasó a convertirse en la célula político-administrativa básica del ámbito del Protectorado español. Cada una de las cabilas era gobernada por un caíd (jefe designado, pero en sentido de régulo o caudillo) al frente de su comunidad en los planos social, político y militar, aunque no siempre coincidieran en su persona. Toda cabila se apoyaba en la credibilidad de sus chiuj (jefes), plural de cheij, personaje notable por su linaje, su autoridad moral y religiosa o su prestigio alcanzado como guerrero. Extensible a los poblamientos tribales en Argelia, Túnez, Libia, Ifni y el Sáhara (Central y Occidental). Su vigor cultural es tal que predomina en Malí, Mauritania y Níger. En estos países, la capacidad de penetración de la lengua amazigh, en sus diversas variantes, viene determinada por la movilidad de los pueblos bereberes nómadas por excelencia, los tuareg u hombres azules (por el color de sus ropajes), predominantes entre los beni bamaraníes (Ifni) y el gran tronco social de los saharauis.

  • Cadí
  • Del árabe qādi, doctor en Leyes islámicas, jurisconsulto. Por extensión, hombre sabio. Y en un sentido popular pero respetuoso a la vez que admirativo, “persona muy entendida”. El rango superior era qādi qoddat, juez de jueces. Un rifeño de fama ostentó tan alta magistratura en Melilla: Mohammed Abd-el-Krim el Jattabi, líder de la gran insurrección de 1921 y, entre 1923 y 1926, presidente de la República del Rif.

  • Caíd
  • Del francés caïd, derivado del árabe dialectal qāyd, y, a su vez, del árabe clásico qā‘id. Su autoridad era absoluta en aquella comunidad donde se le reconocía como jefe indiscutido, aunque dependía siempre de la alianza hostil que contra él pactasen sus rivales. Su fuerza era su prestigio y éste su mayor seguridad, pero también su posible desventura al acarrearle, en su propia tribu, agresivas enemistades. En los textos españoles  y franceses suele aparecer con k (kaid). A veces se le traduce como jeque, acepción incorrecta, dado que tal concepto es propio de los pueblos de Asia Menor u Oriente Medio. El concepto limitativo de jefe no es el apropiado para célebres caídes, casos de Kaddur Namar, guía de la tribu rifeña de los Beni Said o Ahmed Heriro, último caudillo de Yebala como caíd que fuese de los Beni Hozmar, dueños y defensores del Gorgues, baluarte montañoso en el frente sur de Tetuán. Al territorio tribal donde mandaba un caíd afecto a España se le denominaba kaidato.

  • Chéchia
  • Cubrecabezas confeccionado en paño de color rojo, muy flexible, que se llevaba plegado hacia la parte posterior de la cabeza. Prenda emblemática,  junto con amplios zaragüelles y chalecos finamente bordados (sin abrochar), de las unidades de zuavos, constituidas por voluntarios argelinos, en su mayor parte alistados en el Oranesado y, por consiguiente, oriundos de España o hijos de padres españoles. Estos fueron los valerosos pero sacrificados turcos, que sufrieron pérdidas devastadoras –del orden del 60% en sus efectivos– en los frentes de 1914-1918. Una chéchia igualmente roja, aunque más rígida y con menor volumen, caracterizaba a los afamados tirailleurs, tropas musulmanas reclutadas en Argelia y Marruecos, que lucharon contra los alemanes en la Gran Guerra y luego combatieron (1925-1926) a las harcas rifeñas alzadas en defensa de la República del Rif. La chéchia mantiene hoy vida activa en los poblados y zocos de Túnez; no así en Libia, donde su uso ha menguado drásticamente.

  • Chilaba
  • Del árabe yallaba, esclavina. Prenda de abrigo (incluso contra el sol), a modo de túnica, que incorpora una resistente capucha y amplias mangas (kumm). Confeccionada en lana recia, holgada y fácil de portar, permitía una veloz carrera o la ascensión a lugares escarpados. Realizada en colores grises y pardos, esta combinación de tonalidades la convirtieron en prenda mimetizada con el terreno. El combatiente rifeño se aseguraba así un perfecto camuflaje para preparar su letal emboscada.

  • Conferencia Internacional de Algeciras
  • En esta ciudad gaditana tuvieron lugar durante casi tres meses, 16 de enero al 7 de abril de 1906, tensos debates entre  los representantes de Alemania, Austria-Hungría, Bélgica, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Portugal y Rusia. Marruecos estuvo representado por su mejor estadista de entonces, el venerable Mohammed Torres, crispado testigo del inicio de la desmembración de su patria. La finalidad de estas reuniones fue la de mantener el principio de soberanía del sultán (Muley Abdelaziz); preservar la integridad territorial de Marruecos; estimular la libertad de comercio; acciones encaminadas a reforzar la estabilidad de la monarquía alauí y el desarrollo del país. Las Actas de la Conferencia incluían la organización de una Policía bajo mandos europeos; reglamentación de los tributos tradicionales y la creación de nuevos impuestos; una mejor regulación de los servicios públicos; la lucha contra el fraude y la persecución del contrabando de armas; la reorganización de las aduanas; más la creación de un Banco del Estado Jerifiano, en el que Francia se reservó la mayor parte de su accionariado. Por los abusos de algunas potencias y los consentimientos de otras, Algeciras derivó en símil de anticipo de partición y saqueo de una nación soberana, acción consumada seis años después.

  • D

  • Dahir
  • Del árabe zahīr, proclama gubernativa. Carta abierta del sultán o de su lugarteniente (jalifa) dirigida a los funcionarios del Reino, fuesen civiles o militares, pero también al conjunto de la población. Sin embargo, tales decretos debían ser validados por el alto comisario de España en Tetuán o por el residente general de Francia en Fez, pues de lo contrario carecían de toda efectividad ejecutiva.

  • Dahir Bereber
  • El 16 de mayo de 1930 fue promulgado, por Lucient Saint, tercer residente general de Francia, este decreto, tras haber pasado a la firma del joven sultán, Mohammed Ben Yussuf (futuro Mohammed V). A sus veinte años de entonces, podía aceptar lo que le imponía Francia o negarse a firmarlo, con lo que el monarca se amotinaba ante Francia misma. Para evitar males mayores a su pueblo y dinastía, firmó el dahir. Nada más hacerse público su articulado, la redacción del 6º artículo levantó un clamor intelectual y popular: “las jurisdicciones francesas, con rango estatutario en materia penal, son competentes para reprimir los crímenes cometidos en el país Bereber”. Suponía negar a Marruecos su condición de nación, aparte de someter las normas jurídico-morales del derecho coránico a las leyes coloniales del país invasor. Las protestas sociales, tumultuosas en las grandes urbes marroquíes, se prolongaron durante años. Finalmente, ese nefasto 6º artículo fue anulado por otro dahir y otro residente general, Henri Ponsot, quien lo promulgó el 8 de abril de 1934.

  • Dāriŷa
  • Árabe coloquial marroquí, constituye el conjunto de variables, habladas y escritas, del árabe dialectal usado en el Reino de Marruecos.

  • Delegación de Asuntos Indígenas
  • Tras la pacificación definitiva (julio de 1927) de la zona norte de Marruecos, su territorio se dividió en cuatro regiones, que se hallaban bajo la autoridad de los interventores militares (mandos con rango de tenientes coroneles o coroneles), quienes, a su vez, se apoyaban en otros subordinados (capitanes y comandantes) destinados en las diferentes cabilas. Sus jefes dependían directamente del Delegado de Asuntos Indígenas, cuyas oficinas radicaban en Tetuán.

  • Derecho consuetudinario
  • El vocablo urf, en lengua rifeña, lo magnifica y sintetiza. Conjunto de normas y tradiciones que, desde el curso de los tiempos, ha regulado el uso de tierras y aguas; el turno (nubt) para los riegos y el canon (haqq) para el pago de los mismos; el orden para cosechar y la seguridad para deambular por los zocos, acción protectora de una paz tribal siempre en precario; de ahí que también fijase las multas (cuantiosas) por delitos de sangre: las venganzas personales, endémicas en el Rif.

  • Derecho islámico
  • Del árabe usûl-al-fiqh, conjunto de normas y obligaciones intrínsecas a los preceptos definidos por el Corán, presentados a lo largo de las ciento catorce azoras (del árabe al-sura), a su vez subdivididas en versículos o aleyas (del árabe
    al-aya), que constituyen el fundamento ético, social y político por el que la comunidad panislámica rige su forma de vivir y relacionarse,
    a la par que mantiene sus legitimidades ante el mundo.

  • E

  • Expediente Picasso
  • Expediente que lleva el nombre del general encargado de su instrucción sumarial, Juan Picasso González, a quien el vizconde de Eza
    (Luis de Marichalar), ministro de la Guerra en el Gobierno de Allendesalazar, encargase (4 de agosto de 1921) la aclaración e identificación de las responsabilidades dimanadas tras el suicidio del general Silvestre en Annual (22 de julio) y el exterminio de su ejército en la caótica retirada que siguió. José Sánchez Guerra, nuevo ministro de la Guerra con el Gobierno Maura, confirmó a Picasso en su puesto de juez instructor pese a insistentes presiones en su contra. Su exhaustiva investigación cubrió los trágicos sucesos habidos en el territorio de la Comandancia de Melilla desde el 1 de junio de 1921 (ocupación y pérdida de Abarrán) hasta el 9 de agosto de 1921, cuando se consuma el holocausto de Monte Arruit: la capitulación y consecutiva muerte de los dos mil cuatrocientos españoles que allí rindieron sus armas a unos vencedores que faltaron a su palabra de piedad: las harcas de los Beni Bu Ifrur, Beni Bu Yahi y Metalza. En abril de 1922, Picasso depositó, en el Congreso de los Diputados, su titánica obra: las dos mil cuatrocientas treinta y tres hojas, en formato de gran folio, con las declaraciones de los encausados y testigos, junto con sus conclusiones.

  • F

  • Fetua
  • Adaptación del árabe fatwa, sentencia decretada por un imán o consejo de ulemas, por la que se previene, al infractor de las leyes coránicas o de los ritos musulmanes, de la pena en que ha incurrido. Si la acción cometida ha causado severos daños a la comunidad islámica u ofendido a sus símbolos, la condena es a muerte.

  • Fez
  • Del nombre árabe de fās (por Fez, capital imperial). Gorro de paño rojo, en forma de cubilete invertido, prenda identitaria de las clases dirigentes en el último periodo del imperio otomano (años 1877-1923). Fue adoptada para los mismos usos por la sociedad marroquí, fuesen altos dignatarios o militares, pero también jurisconsultos, abogados, empresarios, médicos, notarios y comerciantes. El triunfo de Kemal Atatürk sobre el decadente sultanato forzó el rápido desuso de esta prenda, en Turquía, a partir de 1925. En Marruecos subsistió más allá del final del Protectorado.

  • Fracción
  • En el habla rifeña es ar-rbaa, que significa “la cuarta parte” de una cabila. La más numerosa del Rif, los ait (“pueblo de”) Urriaguel, estaba integrada por cinco fracciones, a las que el vocablo jums define, aunque en rifeño deriva en tajammast (“quinta parte”). El segmento menor de una tribu es farqa, equivalente a subfracción. Para las alianzas intertribales, válidas tanto para hacer frente a otras tribus coligadas o a la unión (confederación) de todas ellas ante la invasión de un poder extranjero al Rif, sea el sultanato o los ejércitos coloniales, leff es el concepto que las sintetiza. A la par, existía un acuerdo compartido, aunque limitado a dos o más hombres y sus familias: leff-s. “Aliados” ellos, aliados sus linajes o clanes. Este pacto superaba, con mucho, al concepto de imddukar que, en rifeño, puede traducirse como “amigos entre sí”. El choque entre dos leff-s iniciaba una “guerra de facciones”, semilla de peores guerras.

  • Fuerzas Regulares Indígenas
  • Constituidas por Real Orden de Alfonso XIII con fecha 30 de junio de 1911. Su organizador y primer jefe fue el teniente coronel Dámaso Berenguer Fusté (luego general y alto comisario). Eran tropas profesionales, concebidas para ser empleadas como fuerzas de choque. Integradas por personal indígena a las órdenes de mandos españoles, recibieron instrucción para combatir en situaciones límite: en la extrema vanguardia de una ofensiva o como fuerza de contención en retaguardia para mantener la cohesión de un ejército en retirada.

  • G

  • Gran visir
  • Máxima autoridad del gobierno jalifiano, equivalente a “primer ministro”. Solía asumir las funciones de ministro del Interior y, en ocasiones, ministro de los Bienes Habús (destinados a fines piadosos), al igual que sucedía con la subdivisión de las competencias y funciones existentes en el gobierno del Protectorado francés.

  • Guerras del Rif
  • Conflictos que definen las dos grandes sublevaciones rifeñas, las encabezadas por Sidi Mohammed Amezzián en 1909-1912 y los hermanos Mohammed y Mahmed Abd-el-Krim, quienes se enfrentaron al ejército español y lo derrotaron: el primero en 1909; los segundos en 1921. El audaz desembarco español en las playas de Ixdain y de La Cebadilla (Alhucemas occidental), en septiembre de 1925, logró partir por la mitad las defensas rifeñas y, nueve meses después (mayo de 1926), los Abd-el-Krim se rendían, junto con sus allegados y familiares,
    a la columna del coronel Corap, siendo deportados a la isla (francesa) de la Reunión, en el Océano Índico.

  • Gumía
  • Del árabe kummiyya, cuchillo de forma curva, pero solo en el tercio final de su hoja. Los harqueños solían llevarla oculta, pero también sujeta en el cinturón o colgada de un fuerte cordón cruzado por el pecho y la espalda. Arma temible en manos de los avezados combatientes normarroquíes, inigualables en destreza y rapidez con su esgrima punzante o cortante, propia de un combate cuerpo a cuerpo sin miramientos.

  • H

  • Habús
  • Administración de propiedades públicas, las antaño denominadas bienes de manos muertas (tierras no cultivadas), cuyos capitales o intereses se destinaban al mejor cuidado del culto islámico, el mantenimiento de sus sedes (escuelas coránicas y mezquitas), así como al refuerzo asistencial en favor de la colectividad musulmana.

  • Hach
  • Dignidad que identifica y ennoblece a todo musulmán que ha peregrinado a La Meca. Entraña tal importancia que antecede al nombre y linaje del así distinguido.

  • Haketía
  • Proviene del árabe hask'a, que significa “hablar” o “contar”, y sirve para referirse a la lengua que hablaban los judíos marroquíes. Con posterioridad se asentó en Ceuta y Melilla; las urbes atlánticas, Arcila (Asilah), Casablanca, Mogador (Essauira), Rabat, Tánger, y las tres capitales imperiales: Fez, Marraquech y Mequínez. Su influencia alcanzó los poblamientos al sur de la barrera del Alto Atlas, tal y como sucediera en la gran kasbah (fortaleza) de Ait Ben Haddu, donde, en los últimos años del Protectorado, residían unos doce mil habitantes, muchos de ellos judíos.

  • Harca
  • Del árabe haraka, expedición militar, que deriva en la hārka del árabe dialectal marroquí, equivalente a “contingente movilizable” y, por extensión, tropas en marcha. Concebida para hacer frente a la agresión de una tribu vecina o impedir una invasión extranjera contra la patria común, su núcleo lo constituían todos los hombres capaces de combatir, por lo que podían alinearse padres e hijos, incluso jóvenes abuelos (sesenta-sesenta y cinco años) con sus nietos (de nueve a once años), que servían como correos (raqqas) llevándoles comida, mensajes, municiones y ungüentos medicinales. Cuando se agrupaban en grandes contingentes resultaban casi invencibles por su disciplina ante el fuego y feroz decisión en los choques hombre a hombre. Su resistencia al cansancio no tenía igual y su puntería era mortífera. Guerra tras guerra, la tribu que proporcionaba más harqueños era Beni Urriaguel, la más poblada del Rif y la que aportaba mayor número de fusiles (movilizados con su propia arma, a veces cedida por un familiar o vecino). En la castellanización del concepto suele perder la k, sustituida por la c: harca.

  • Hégira
  • Del árabe hiyra, emigración y, por ampliación agravada de la misma, huída. Este último concepto es el que se corresponde con la realidad histórica: la célebre huida de Mahoma y sus discípulos de La Meca, quienes buscaron su salvación en la ciudad de Medina en 622. Ese año fue único en su excepcionalidad por lo que supuso para la vida del Profeta y también el primero” para sus fieles seguidores, pues marca el comienzo de la era musulmana. En la actualidad, son mayoría los países islámicos que, en sus escritos oficiales o publicaciones, especifican, en simultaneidad, las fechas de la Hégira (adaptación castellanizada de la francofonizada Hégire) y la era cristiana.

  • I

  • Idalas
  • Fuerzas irregulares, integradas en el Ejército de África, en virtud de pactos previos con los jefes de estos contingentes. No constituían tropas permanentes, sino tan solo harcas contratadas en función del enemigo y los objetivos a conseguir.

  • Imán
  • Del árabe imām. En la sociedad islámica, la persona que, en las mezquitas, preside la oración de los viernes y a los creyentes allí reunidos les señala las pautas rituales a seguir. Mahoma fue el primer imán por derecho propio. Imanes fueron, asimismo, los califas, ejercieran éstos su autoridad sobre territorios andalusíes, arábigos, egipcios, magrebíes, mesopotámicos (Siria e Iraq) u otomanos (Turquía). Con este honroso título, de tan legendaria tradición, suele distinguirse a las más ilustres personalidades del Islam en los ámbitos cultural, moral y político.

  • Interventor
  • Su función constituyó el fundamento sobre el que se basó el Protectorado español, constituyéndose en su piedra angular. Además de fiscalizar la actuación de las autoridades indígenas, poseía la facultad de introducir reformas administrativas y económicas en el distrito tribal bajo su tutela. El prestigio de algunos interventores era tal que, en ocasiones, actuaban como “jueces” en el reparto de los turnos (nubz) de riego y en el orden para cosechar, incluso en aquellos delitos comunes donde su juicio fuese solicitado. Estos mandos españoles, salvo excepciones, cumplieron eficaz y honrosamente su cometido, pero uno de ellos se mostró sobresaliente en todo cuanto hizo: estudios jurídicos y sociales, organizativos y periciales, con labores artísticas suyas de gran mérito y audaces realizaciones arquitectónicas. Su nombre y destino: teniente coronel Emilio Blanco Izaga, interventor en los Beni Urriaguel.

  • J

  • Jalifa
  • Por definición, lugarteniente del sultán; esto es, máximo representante del monarca alauí reinante en Fez, cuyo poder era puramente nominal al carecer de toda capacidad ejecutiva. Máxima autoridad del Protectorado de España, el poder real del jalifa era nulo al depender de las atribuciones del alto comisario. El sultán alauí lo elegía entre los dos candidatos que el Gobierno español le comunicaba. Esta delegación de poderes al nuevo jalifa requería la subsiguiente autorización española.

  • L

  • Linaje
  • En el Garb, Gomara, Rif y Yebala, donde el poblamiento bereber completa un nudo antropológico y su lengua, el amazigh, sintetiza su máxima fuerza comunicadora de convicciones y principios, la transmisión de tal suma de valores seculares es patrilocal y patrilineal o agnaticia
    –parientes por consanguineidad, procedentes de un tronco común, siempre de varón en varón-, concretándose en el singular tarfiqt y el plural tarfiqin. Esta agrupación de linajes puede reunir
    a doscientas o más personas. La conjunción de familias y linajes culmina en la taqbitsh (“tribu”
    en rifeño), bóveda arquitectónica de alianzas
    (a menudo enfrentadas), que caracteriza la historia y la forma de vida, así como el presente y el devenir de los pueblos normarroquíes.

  • M

  • Majzen
  • Del árabe makhzen (almacén), pero en el sentido de tesoro público del Gobierno. En Marruecos define, histórica y socialmente, al poder central, tanto por la familia real alauí como por las oligarquías (comerciales, empresariales y políticas) coincidentes en su defensa del orden monárquico vigente. Durante el Protectorado,
    su función y misión confluían en el Gobierno jalifiano, presidido por el gran visir (primer ministro) y los demás miembros del Gabinete, entre los que destacaban los ministros de los Bienes Habús y el titular de Hacienda (Amin al Umana). Este término, de uso habitual, puede utilizarse, indistintamente, con o sin acento: majzen.

  • Meha-la
  • Fuerza jalifiana, puesta bajo el mando de un militar español con rango de teniente coronel o coronel. Su oficialidad la constituían militares españoles y normarroquíes: los entonces llamados “oficiales moros”. Se estructuraba en base a sus mayores unidades de combate:mías (compañías o escuadrones, según fuesen tropas de Infantería o Caballería) y tabores (batallones); dirigidas, respectivamente, por un caíd mía (capitán de compañía o escuadrón) o uncaíd tabor (comandante). La selección de sus efectivos era muy rigurosa y constituía un privilegio social formar parte de tan afamadas tropas, siempre distinguidas en las sucesivas campañas. 

  • Mella-h
  • Barrio amurallado donde residía la comunidad judía en algunas localidades de Marruecos, bien como recinto propio o integrado en las medinas (ciudades antiguas).

  • Mezjanía
  • Policía rural normarroquí, encargada de la vigilancia de aduanas y fronteras, pero también del orden y la seguridad en los zocos, estaciones ferroviarias y puertos; la vigilancia de ensenadas y playas; así como el control del tránsito comercial o de viajeros por las carreteras y pistas del país. Se la compara todavía y equivocadamente, con nuestra Guardia Civil, pero su similitud formativa y misiones operativas tenían un referente de menor relevancia, aunque eficaz: nuestro antiguo Cuerpo de Carabineros. El singular es mejazní (policía) y su plural, mejazníes.

  • Mhadī
  • Voz árabe, cuyo significado es “(El) Guiado por Dios” o “El Predestinado”. Descendiente de Mahoma. Identidad situada más allá de la muerte (ultratumba), como corresponde a toda fuerza imperecedera. Por su condición connatural y sobrenatural a la vez, trasciende el paso del tiempo y le permite superar los cambios y fines humanos. Ser inmanente a la esencialidad coránica que, sin hallarse presente, permanece, pues nunca perece. El Mhadī se presentará cuando concluya el tiempo conocido y el que venga después. Será entonces cuando resurja para hacer triunfar la justicia y la paz, la concordia y la prosperidad bajo la bóveda de un Islam restaurado en toda su plenitud, dadivoso para con sus devotos fieles. En la realidad histórica, la figura del Mhadī adquirió diversas permanencias: en el origen de las dinastías abbasí y fatimí;la  fundación del imperio almohade; en la gran insurrección de los derviches (francofonización del persa darvīsh, “pobre” o dervihš) del Sudán, alzados entre 1883 y 1898, contra el imperialismo británico.

  • Mías
  • Unidades regulares indígenas de Infantería y Caballería integradas en el Ejército de África y mandadas por un caíd mía, rango equivalente al de capitán en el Ejército español. Cuando este mando recaía en un “oficial moro” podía asumirlo un oficial de 2ª (teniente) o un alférez. Sus efectivos se situaban en torno a los cien hombres.

  • Moharra
  • Adaptación del árabe muharrab, “aguzad”.
    Punta de estilete o lanza. En una lanza ceremonial comprende su cuchilla y el cubo con el que se inserta en el asta. La moharra es signo relevante de las Unidades de Regulares, como lo fue de las fuerzas jalifianas y también de la Legión. El Tercio y los Regulares son las Unidades más condecoradas del ejército español. De sus moharras penden las cintas (“corbatas”) de sus distinciones colectivas. Señal representativa del honor y los méritos del hombre militar, detenta carácter de “bandera” para las tropas con ella identificadas, por lo que todo oficial o suboficial encargado de su custodia debe defenderla o rescatarla, incluso a costa de su vida. En simbolismo histórico equivale a las águilas napoleónicas.

  • Morabito
  • Del árabe murabīt, ermitaño o religioso profeso en una rábida, construcción eremítica enclavada en un lugar despoblado, pero también en la divisoria entre los reinos musulmanes o de estos frente a los cristianos. Su plural, murabītun, advierte de su relevancia: hombres santos por sí mismos o cofrades a la vez que seguidores y defensores de un anciano santón. La violación de estos santuarios se consideraba un sacrilegio intolerable y podía ser causa de guerra. Ejemplo inequívoco fue la infame profanación del cementerio de Sidi Aguariach (periferia de Melilla) por tropas españolas, que obedecieron las órdenes de unos mandos insensibles a semejante violación, pero también despreciativos de sus consecuencias: fulminante réplica rifeña, cerco a la plaza y muerte de su gobernador, Juan García Margallo (3-28 de octubre de 1893). Así empezó la Guerra de Melilla, concluida en abril de 1894 (Tratado de Marrakech), gracias a la sapiencia y templanza del general Arsenio Martínez Campos.

  • Mujalta
  • Del árabe marroquí mh̠ālt̠a o mūh̠ālātā. En Marruecos hace referencia a una asociación de carácter agrícola o ganadero, generalmente constituida por un musulmán que, en ocasiones, conciliaba sus decisiones con un cristiano y un judío.

  • N

  • Nádir
  • Del árabe nāzir, administrador de los bienes de una fundación social o de índole piadosa.

  • O

  • Oficina de Marruecos
  • Fue el primer órgano de la Administración de España dedicado, específicamente, a la dirección de los asuntos marroquíes. Constituida en 1924, fue el organismo que antecedió a la Dirección General de Marruecos y Colonias. Esta última tomará el relevo en 1925, asumiendo la dirección y gestión de todas las cuestiones africanas. Subsistió hasta la restitución a Marruecos, en 1956, de su plena soberanía.

  • P

  • Paco
  • Concreción onomatopéyica de pa-cuumm, retumbe del sonido de un disparo con fusil de grueso calibre, caso del remington de once milímetros –arma común a españoles y rifeños durante la Guerra de Melilla en 1893-1894–, ampliado por el eco producido en zonas montañosas o deshabitadas, en los que un tirador puede encontrar cobijo y montar su apostadero de tiro. De ahí paco (tirador emboscado). Esta es la definición correcta para referirse a los tiradores normarroquíes o españoles, nunca francotiradores, galicismo procedente de franc-tireurs, fusileros que ocasionaron significativas pérdidas (en jefes y oficiales) a las tropas prusianas durante la guerra de 1870-1871, acciones que, a su vez, fueron causa de brutales represiones contra la población civil francesa. Del concepto básico, paco, surge su consecuencia: pacazo, impacto del tiro en la víctima. La importancia de esta modalidad de combate, en el transcurso de las Guerras del Rif, se comprueba en sus variantes: paqueo, acoso insistente de tiradores emboscados contra un puesto avanzado o una línea de frente; paqueada, posición tiroteada durante horas, días o semanas; contrapaco, experto tirador encargado de localizar al tirador enemigo y abatirlo. En esa acción defensiva, dos o más tiradores entrecruzaban sus fuegos: contrapacos.

  • Pilares del Islam
  • Suma de obligaciones y decisiones que conciernen a todo musulmán digno y coherente con su fe. Cinco son esos pilares (arkān): asumir y defender la creencia en un Dios único (Allah), del que Mahoma es su Profeta, acción subsumida en la sihâda o testimonio de fe, orar cinco veces al día (salât); la zakât, o limosna purificadora obligatoria; ayunar en el mes de Ramadán (siyâm); y cumplir, al menos una vez en la vida, con la peregrinación (hayy) a La Meca.

  • Policía indígena
  • Fuerza creada por un Real Decreto del 31 de diciembre de 1909 para garantizar el orden público y mantener la paz entre las cabilas. En la práctica, por la naturaleza combativa de sus integrantes, se convirtieron en tropas de choque y, a tal extremo, que llegaron a constituir, junto con las Fuerzas de Regulares, el único ejército combatiente en Marruecos dada la bisoñez y deficiente instrucción de los reclutas españoles. Este hecho, que fue a más a partir de 1919, se convirtió en factor de grave desmoralización para las tropas españolas. Los abusos cometidos
    —retrasos de cuatro meses en el cobro de sus pagas y tratos degradantes consentidos por algunos oficiales— sobre estos contingentes indígenas forzarían su casi masiva deserción en 1921.

  • Protectorado
  • Sistema de gobierno impuesto por las potencias europeas sobre determinados territorios en los que, teóricamente, subsistía un gobierno autóctono independiente, pero que, en la práctica, quedaba sometido a las directrices políticas, administrativas y tributarias decretadas por la potencia ocupante del país. En el caso concreto del Protectorado hispano-francés en Marruecos, el fenecido Imperio jerifiano quedó dividido en dos mitades, asimétricas en su extensión y poblamiento:
    - El centro y sur de Marruecos, que incluía las urbes atlánticas y las tres capitales imperiales, junto con las tierras más aprovechables y fértiles, y los ríos con un caudal más regular. Fez fue su capital protectoral, siendo luego sustituida por Rabat.
    - El norte de Marruecos, síntesis de sus cuatro países: Garb, Gomara, Rif y Yebala. El conjunto protectoral conservaba, en su fachada mediterránea, las ciudades de Ceuta y Melilla, que mantuvieron (como hasta ahora) su condición de plazas de soberanía española. A esto se sumaba el condominio diplomático de las grandes potencias sobre Tánger; que dio lugar al establecimiento, en 1912, de la llamada  Zona Internacional.

  • Q

  • Quintas
  • Proviene de las antiguas levas habsbúrgicas y borbónicas, en las que se procedía a sortear, entre los mozos conminados al servicio de las armas, en quiénes recaía entrar en el ejército. A partir del “primer sorteado” se descartaban los cuatro mozos siguientes y el que les seguía era el quinto, quien marcaba la suerte al resto. De ahí las quintas, cuya equivalencia posterior fueron los reemplazos anuales o “llamadas a filas”, pero sin quintar los contingentes, al considerarlo procedimiento injusto y demoledor para la moral. Quinto o recluta era todo aquel varón que había cumplido los veintiún años. Con los varones nacidos en el año en el que todos ellos cumplían los veintiuno, se confeccionaba el cupo anual de reclutamiento.  De ahí que, en el habla coloquial, los que habían cumplido el servicio militar hablasen entre sí como “somos de la misma quinta” o “tú eres dos quintas más viejo que yo”, expresiones todavía hoy en uso. Retrasados en su incorporación a filas eran los “hijos de viuda”, que, según casos, podían quedar exentos. El sorteo cambió: una vez numerados los reclutas, se sorteaba un número y a quien le correspondiese se convertía en el “número uno de su quinta” y a partir de él se le sumaban tantos reclutas como fuesen necesarios para completar los destinos en la Península o el África española. Desde los años sesenta (quintos nacidos en los cuarenta), el mayor número de nacimientos sobrepasó al de los destinos. Al no haber acomodo para “tanto quinto”, éstos constituían el excedente de cupo y se les licenciaba. El reclutamiento por conscripción anual se hizo insostenible a partir de los años ochenta: si antes no había suficientes "destinos”, tampoco había “bastante ejército” para tal masa de reclutas, propia de los ejércitos europeos de 1914-1918. El servicio militar obligatorio fue abolido, por Real Decreto del 9 de marzo de 2001, durante el segundo Gobierno de José María Aznar.

  • R

  • Rábida
  • Del árabe rābīta, fortaleza conventual donde residía una colectividad de monjes guerreros, que profesaban la fe coránica. Es un nítido antecedente de las Órdenes Militares de los cristianos. Al igual que estos, los caudillos musulmanes alentaban la construcción de estas fortalezas de la fe, escalonadas a lo largo de una línea de frente o situadas cerca de toda frontera insegura.

  • Regeneracionismo
  • Movimiento que surgió tras el Desastre del 98 e incidió, positivamente, en la vida pública española hasta 1930. Sus afanes tendían hacia un enérgico replanteamiento, tanto moral como social, a la par que económico y político de todos los aspectos de la vida nacional. A sus líderes les guiaba el patriótico empeño de moralizar las Instituciones y modernizar las estructuras productivas del país. Su cabeza pensante fue Joaquín Costa (muerto en 1911), sucediéndole políticos de la talla de José Canalejas (asesinado en 1912); Melquíades Álvarez (fusilado en 1936) y, sobre todo, Antonio Maura Montaner (fallecido en 1925), representantes de un vigoroso reformismo español, merecedor de un mayor respeto institucional y mejor destino.

  • República del Rif
  • Desde los primeros días de su triunfo en Annual, Abd-el-Krim fue consciente no solo del poder militar adquirido, sino de su obligación de certificarlo, ante España misma y Francia también, con pruebas escritas de su absoluto dominio político y moral sobre el conjunto de las tribus del Rif. De ahí que, en sus primeras comunicaciones oficiales, por carta y telegrama, reforzase la categoría de su núcleo de gobierno –constituido por miembros de su propia familia– como provenientes de Al-Hukumat al-Rifiya, el Gobierno Rifeño. El 1 de febrero de 1922, Abd-el-Krim fue reconocido como emir (del árabe al-amir “el que ordena”) del Rif, rango más conveniente para sus relaciones con los jefes (chiuj) de las cabilas. Por entonces también utilizaba la expresión Dawlat Rifiya, Estado del Rif. Finalmente, el 1 de julio de 1923 era proclamada, en Axdir, la Al-Yumhuriyat ar-Rifiya o República del Rif. Su apogeo estaba cercano: trágicas retiradas españolas en 1924 y ruptura, en 1925, de las líneas francesas en el Uarga, seguida de un audaz envolvimiento, maniobra con la que amenazó a Fez y Taza. Su final llegó el 27 de mayo de 1926, en Snada (Rif Central), Abd-el-Krim, al frente de su familia y más allegados rendía su gobierno, no su combate ideológico, ante los franceses del coronel Corap.

  • Residente general
  • Máximo representante de la República Francesa en su zona del Protectorado en Marruecos. Su titular ejercía como depositario de los poderes históricos y procedimentales de los gobiernos republicanos en la metrópoli. Su primer titular, desde 1912 a 1925, el general Hubert Lyautey
    —mariscal a partir de 1921— ejercía la administración sobre el territorio; vigilaba la aplicación de las leyes, tanto las musulmanas como aquellas otras de origen galo que incidiesen en el conjunto de la población; regía el urbanismo de las grandes ciudades e impulsaba las obras públicas, supervisaba la educación pública y estimulaba el comercio; por último, era la cabeza de l´Armée Coloniale —con amplia integración de las tropas marroquíes—, asegurando así la defensa del país. Representaba, adicionalmente, los intereses de Marruecos, forzosamente coincidentes con los de Francia, ante el mundo diplomático europeo.

  • Rif
  • Proviene del término er-Rif (borde o frontera). Esta definición se ajusta, a la perfección, con la complejidad de los accidentes, tanto orográficos como sociopolíticos, que definen a los territorios del Rif: una línea de costa tan abrupta como escarpada, con raros espacios accesibles que, de oeste a este, son: Punta de Pescadores, luego Puerto Capaz (la actual El Jebha); Cala Iris y la playa de Torres de Alkála; el Peñón de Vélez y la ensenada de Bades; la gran bahía de Alhucemas con sus playas de La Cebadilla, Sfíhia y Suani; Melilla y su restinga hasta los pozos de Aograr.
    El interior es montuoso y compartimentado en extremo. El bloque de serranías y montañas alcanza su cima en el Yebel (monte) Tidiquin (2.448 metros) no lejos de Ketama (Rif Occidental). El nivel edafológico (riqueza de los suelos) es pobre. El curso de los ríos suele pasar de lo torrencial a lo desvanecido en cuanto el largo estiaje impone su rigor de mayo a octubre. El territorio integra cubetas semidesérticas como las de Annual y Bu Bekker, con páramos desolados como el Garet o desiertos rotundos, caso del temido Guerruao. Su límite hacia el este es Kelaia o Rif Oriental, cuya aridez se ve aminorada por el Muluya y la influencia próxima del Mediterráneo, que atempera sus temperaturas. Hacia el sur, sus fronteras naturales son fluviales: el Uarga, con sus fértiles riberas, y el caudaloso Sebú. Ni uno ni otro fueron respetados por la Francia de Poincaré en sus acuerdos con la España de Alfonso XIII. Es territorio de poblamiento bereber, definido por su carácter: austero y audaz, independiente y resistente.

  • S

  • Semana Trágica
  • Desórdenes que tuvieron lugar en Barcelona
    (22 al 31 de julio de 1909) tras ser movilizados los reservistas –no pocos de ellos casados y con hijos– para acudir a reforzar la guarnición de Melilla. A esa imprudente medida se sumaron las noticias de los primeros reveses españoles al pie del Gurugú (Sidi Musa y Los Lavaderos, 22-23 de julio). Ese mismo 23 de julio, las manifestaciones iniciales derivaron en revueltas y los primeros incendios.
    La policía, desbordada, solicitó ayuda al ejército.
    La rebelión derivó en revolución y con guerrillas urbanas. La magnitud de la tragedia quedó probada en sus números: sesenta edificios religiosos arrasados y quemados, ciento treinta y dos fallecidos (de estos, treinta y cuatro miembros de la policía y del ejército), cuatrocientos sesenta heridos, mil setecientos encarcelados. Los tribunales dictaron cincuenta y nueve condenas a reclusión perpetua y doce sentencias a muerte, de las que se ejecutaron cinco. La última en ser cumplida (13 de octubre), cuando Ferrer Guardia fue fusilado en Montjuïc, provocó multitudinarias protestas en Francia y Bélgica, y conllevó la caída del Gobierno de Maura (21 de octubre). Aquellos diez días de incendiaria anarquía quedarian resumidos, cultural y socialmente, en esa “semana” de ominoso recuerdo.

  • Sharía
  • Proviene del árabe sari´a o sar´. Por definición y usos, ley canónica del Islam. La inicial concordancia de los diversos autores de las escuelas clásicas del Derecho islámico (fih) ha dado paso, en los últimos años, a interpretaciones contrapuestas, sujetas a continuas variaciones en función de los drásticos cambios que conmueven a las sociedades musulmanas. El radicalismo de unos y la contemporización de otros provoca una merma de su funcionalidad moral y social, contraria a sus fundamentos.  

  • Soldado de cuota
  • En referencia a todo aquel recluta cuya familia abonaba al Estado, una cantidad con el fin de soslayar el cumplimiento del servicio militar.
    El reclutamiento obligatorio, instaurado en 1837, cuarto año de la primera guerra carlista, perseguía la mayor movilización posible de la juventud en un país devastado. El sistema prescindía de su carácter primigenio -igualdad de los jóvenes ante la defensa de la Nación-, para introducirse en una defensa nacional pervertida por la “redención en metálico”, la cuota que padres o familiares reunían para que el recluta se “librara” de posteriores destinos letales: en África y Ultramar. Coincidente con la última guerra de España (1895-1898) en defensa de sus derechos en Cuba y Filipinas, la “cuota” para no perecer en la manigua cubana o en las junglas filipinas era de mil quinientas pesetas. Los así exentos fueron conocidos como “soldados de cuota”, detestados por las clases populares. El aumento, a dos mil pesetas, de este impuesto “a favor de la vida de unos pocos”, objeto de durísimas críticas en la prensa y el Parlamento, al mantenerse mientras se producía la movilización de reservistas a raíz de los reveses españoles en el Gurugú (julio-agosto de 1909), exacerbó la crispación social, que derivó en una incendiaria revolución (véase “Semana Trágica”). La Ley Luque (por el general Luque) de 1912, durante el Gobierno de Canalejas, incrementó las críticas, por cuanto los soldados de cuota debían pagar dos mil pesetas y permanecer en filas durante cinco meses, que pasaban a ser diez meses si “solo pagaban” las mil quinientas pesetas de los bélicos tiempos cubano-filipinos. Ni siquiera la Segunda República fue capaz de terminar con ese “procedimiento”, pues aunque la Ley Azaña de 1932 lo redujo sensiblemente, no por eso fue abolido. Tendría que llegar “1936”, guarismo terrible para una España tan necesitada de vida. Las masivas movilizaciones acabaron con cuotas y exenciones, que Franco no repuso.

  • Sultán
  • Proviene del árabe sultān (soberano), dignidad otorgada o conquistada militarmente con la que, entre los pueblos islámicos, se diferenciaba la suprema autoridad del monarca reinante
    (o instaurado por la fuerza) de los titulares de otras instituciones monárquicas de inferior rango, tales como principados y emiratos.

  • T

  • Tabor
  • Del árabe tābūr; formación de soldados que forma parte de un ejército regular. Unidad equivalente a un batallón español. Concernía a las tropas alistadas en las Fuerzas Regulares o las mehal-las jalifianas, unas y otras integradas en el Ejército de África. Sus efectivos de plantilla eran unos setecientos (mandos incluidos). Llevadas al frente, estas tropas de choque, abocadas a superar consecutivos combates, sufrían tales pérdidas que el tabor “quedaba en cuadro”: no más de trescientos hombres. Ejemplos cruentos se dieron en las campañas de 1924-1926  y luego en las de 1936-1938.

  • Tarbuch
  • Cubrecabezas de paño en color rojo, presenta un acortamiento radical del primitivo fez, el tocado de las clases dirigentes del Imperio otomano, que la sociedad precolonial magrebí hizo suyo y prolongó más allá del Protectorado. El tarbuch fue signo de identidad para las tropas franco-marroquíes. El término castellanizado de tarbuch es tarbús, que es la prenda emblemática de las Fuerzas de Regulares. Tras desaparecer hace décadas, ha vuelto con naturalidad, reincorporándose a las unidades que guardan los historiales de gestas inmortales: Regulares 52
    (en Melilla) y Regulares 54 (en Ceuta).

  • El Telegrama del Rif
  • Diario fundado, el 1 de marzo de 1902, por Cándido Lobera Gilera, capitán de artillería y periodista vocacional. Su nombre inicial,
    El Telegrama, con el que siempre se le conocería, fue reforzado después, en lo político y sociocultural con la expresión del Rif.  Su director, Lobera, tendría un acierto tan indiscutible como inusual en el mundo colonial de la época: iniciar una “Sección Árabe”, página que ofreció a un juez natural de Axdir y educado en la Universidad de Al Kairuán, en Fez: Mohammed Abd-el-Krim. Durante cinco años, de 1907 a 1911, Abd-el.Krim defendió la concordia con los españoles, sin por ello devaluar las identidades de los rifeños ni sus derechos históricos. Su cultura y sutil pluma le valieron para lograr tan difícil equilibrio didáctico-reflexivo. Abd-el-Krim mantuvo “encendidos” debates con aquellos marroquíes que sostenían las tesis del colonialismo francés, representados por Saada (La Felicidad), periódico editado en Tánger, pero financiado por la Legación de Francia en la futura ciudad internacional. La guerra del  Kert, más la política represiva del alto comisario, general Jordana –enemigo de enemistarse con Francia– a partir de 1915, traducida en la persecución contra Abd-el-Krim, acabaron con su vertiente periodística, no con el ejemplo de su objetividad en esa parte crucial de su formación como líder del Rif. Cándido Lobera dirigió El Telegrama hasta su muerte, en 1932. El periódico que él fundara pasó a ser, en 1963, El Telegrama de Melilla, que respeta su identidad y aún hoy se publica.

  • Tercio
  • El  28 de enero de 1920 el entonces ministro de la Guerra, general José Villalba Riquelme, firmó el decreto fundacional del denominado Tercio de Extranjeros. Villalba es considerado el decidido promotor de lo que luego se conocería como La Legión, tronco de un ejército de aguerridos voluntarios. Su primer jefe y organizador fue el teniente coronel José Millán-Astray, tras un viaje de inspección, en 1920, a los acuartelamientos de la Légion Étrangère en Sidi Bel Abbés (al sur de Orán, Argelia). Una bandera (batallón) es su principal unidad de combate. Su fiera acometividad y extrema resistencia durante las extenuantes campañas de 1921 a 1927 dio la razón a quienes intuyeron los beneficios políticosde utilizar un cuerpo de tropas de choque para hacer frente a los mejores guerreros de África, caso de rifeños y yebalíes, pero también para aplacar el persistente clamor existente en España ante la crucificante continuidad de lo que se llamó goteo de bajas: fuertes pérdidas (mensuales) en los servicios de aguada, la protección de convoyes y defensa de posiciones fijas. Desde hace años, a los efectivos de la Legión vuelve a conocérseles como fuerzas del Tercio.

  • Tratado de Fez, 30 de marzo de 1912
  • Por el mismo quedó establecido el Protectorado de Francia sobre Marruecos, acto inequívoco de fuerza que motivó el exilio del sultán Muley Hafid. Este régimen protectoral, mantenido hasta 1956, marcó las pautas de las competencias que Francia y España resolvieron asignarse en sus respectivas zonas protectorales, aunque en este reparto de atribuciones y territorios prevaleció siempre la intransigencia francesa: ocupación militar en mayo de 1926 del estratégico País de los Gueznaya, coalición de tribus al sureste de Alhucemas, tierras y gentes que nunca más fueron reintegradas al Protectorado español.

  • Tratado hispano-francés de 1912
  • Acuerdo diplomático-jurídico adoptado en Madrid el 27 de noviembre de 1912 que sirvió de base para la consolidación de los derechos sobre Marruecos decididos por España y Francia según el Convenio Hispano-Francés firmado en París el 3 de octubre de 1904, pero, sobre todo, por la aceptación previa de las potencias vigilantes de tal resolución: la Inglaterra del rey Jorge V y la Alemania imperial de Guillermo II. A raíz de la firma de estos acuerdos y el visto buenode los imperios europeos, quedaron instaurados los Protectorados español y francés. El Tratado
    fue firmado por el embajador francés
    León Marcel Geoffray y el político liberal Manuel García Prieto, ministro de Estado en el Gobierno del conde de Romanones.

  • Truchimán
  • Del árabe turyuman (intérprete). Durante el Protectorado español en Marruecos definía a los especialistas en tres vías idiomáticas fundamentales: el árabe clásico, el árabe dialectal (hablado en la casi totalidad de Marruecos) y el amazigh o chelha, lengua bereber, propia de las tres regiones septentrionales del país (Gomara, Rif y Yebala). Estos auténticos maestros en lenguas podían ser funcionarios diplomáticos o militares. En este último caso tenían condición de “oficial” aunque no luciesen sus distintivos. Su función fue capital para negociar acuerdos, treguas o paces.

  • Turbante
  • Del turco dulbānd. Tocado común a los pueblos magrebíes y centroafricanos aunque su procedencia sea oriental (Asia Menor y Oriente Medio). Consiste en una larga faja de lino o lana que se arrolla a la cabeza, pero deja liberada la faz del individuo. En el uniforme de gala de las mehal-las jalifiana su turbante era blanco, al igual que su majestuosa capa, color y forma representativos de los Regulares en su uniformología. Los tuareg, forzados al nomadeo bajo climas extremos, recurrieron al litham (velo) para protegerse el rostro, salvo los ojos; con lo que su identidad facial queda envuelta bajo una enigmática indefinición.

  • U

  • Ulema
  • Doctor en leyes coránicas y, en tal sentido, guía de una comunidad islámica.

  • Umma
  • Define a la comunidad musulmana desde una proyección mundial de su fe.

  • Universidad de Al-Qarawiyyin
  • Asentada en Fez desde finales del siglo IX, toma su nombre de la arabizada Al-Qayrawan, capital de los fatimíes, pero antes cuartel general de los primeros gobernadores árabes de Ifrīqiya (nombre arabizado de la antigua Tunicia); a la que los españoles conocieron como Kairuán desde 1520 (toma de la isla de Djerba) y los franceses denominaron Kairuane desde 1881, cuando conquistaron y colonizaron el territorio tunecino. Es la universidad más antigua del mundo. Sobre su fundación hay su parte de mitificación y otra de investigación arqueológica, que es la determinante. Por la primera, Um Al-Bin Fátima Al-Fihriya, hija de un rico comerciante kairuanés, fue su promotora; datándose la edificación en el 245 de la Hégira (el 859 de la Era Cristiana). Por la segunda, fue construida en el 263 de la Hégira (877 de la Era Cristiana). Por consiguiente, anteriores a los reinados de los dos primeros Idrisíes: Idris I (788-791) y su hijo Idris II
    (803-829), dinastía fundacional del Marruecos histórico y nacional. De su condición como decana de las universidades sirven como referencias, desde la permanencia de su actividad, estas: la de París en 1090; Oxford seis años después; la de Montpellier en 1169; la de Salamanca en 1218; Valladolid veintitrés años más tarde; y la de Alcalá de Henares en 1293. Por su simbolismo y estrictas verificaciones arqueológicas, Al Kairuina (castellanización de su origen árabe), representa lo mejor del Marruecos científico y ético, por lo que ni su nombre originario cambiará ni disminuirá el respeto logrado por este centro de docencia, rector del mundo pensante.

  • X

  • Xerif
  • Del árabe sarif, con el que se reconoce a todo descendiente del profeta Mahoma por línea directa de su hija Fátima. Su castellanización derivó en xerife y finalmente, jerife. De una u otra forma se aplicaba al concepto legendario de Imperio xerifiano o jerifiano. Al caer el centro y sur de Marruecos bajo la órbita cultura francesa, derivó en el emblemático chérif, de uso común no solo en el norte de África sino también en Líbano y Siria, países sometidos al mandato colonial de Francia. La exhausta grandeza del Imperio jerifiano o Empire chérifien se extinguió en noviembre de 1912, con la firma de los Acuerdos franco-españoles de Protectorado y la inmediata partición del país. Jerife legendario fue el líder yebalí Muley Ahmed el Raisuni, quien discutió, sin tregua, a los sultanes alauíes sus derechos a ocupar el trono de Marruecos.

  • Y

  • Yemáa
  • Asamblea comunitaria. Institución de carácter deliberante en la que prevalecía un inequívoco comportamiento democrático: se respetaba la mayoría de los votos de los delegados de las tribus que tomaban parte en las discusiones y decisiones finales. Sus resoluciones tenían carácter ejecutivo inmediato. Para los acuerdos trascendentes, como declarar la guerra a un invasor extranjero o aceptar la paz ofrecida por este, se exigía la unanimidad. Al lugar de reunión (agrau) acudían los chiuj (jefes) de las cabilas, también considerados izdifen —literalmente “cabezas” de linaje–, y aquellos reconocidos como imqranen, cuya equivalencia es la de “grandes (jefes)” o los “más notables (de cada tribu)”.
    Si por el contrario, la convocatoria concernía solamente a los delegados de unos aduares (dxuar) o subfracción (farqa), la yemáa resultante nada perdía de su efectividad y simbolismo, pero su relevancia regional quedaba muy disminuida. En tal caso, la reunión solía tomar el nombre de jonta (por el castellano de “junta”), aunque los mandos españoles de la zona, al referirse a estos encuentros tribales de inferior rango, preferían llamarlos “concejos”, término injusto para su genuina importancia.

  • Yîhad
  • Desde hace años, al compás de las convulsiones que tanto han alterado la paz y el orden social en los países musulmanes, no pocos de ellos sometidas a nepotismos y arbitrariedades de sus gobiernos, este concepto se ha empobrecido al limitarse su entendimiento como exaltación sacrificial de su única idea: “guerra santa”. Y no es así. Su tan legítimo como primigenio significado es “El Esfuerzo Supremo”. Este fundamento representa la guía de conducta para todo buen musulmán, convencido de su obligación como creyente y practicante de su fe. En consecuencia, define el compromiso absoluto, determinado por dos directrices, nítidamente separadas:
    - La yîhad akbar o ascesis –al igual que la cultura cristiana–, identificada con el empeño triunfante del así comprometido, finalmente vencedor de sus propios defectos.
    - La yîhad asgar o martirio de un musulmán bendecido por su sacrificio, pues no vacilará en inmolarse si se ve obligado a enfrentarse a los enemigos del Islam en acción considerada un combate sagrado. Llegado ese momento, luchará a muerte por su fe.

  • Z

  • Zauía
  • Cofradía religiosa, relacionada con la devoción popular a un santón local o familia de xorfas (plural castellanizado de xérif), descendientes de Mahoma. Zauía famosa por su trascendencia social y político-militar fue la de Segangan, en la vertiente meridional del Gurugú. Su máximo representante fue Sidi Mohammed Amezzián, guía de los pueblos del Rif en su tenaz resistencia a la penetración española. Amezzián cayó solo, adelantado a los suyos, en Alal-u-Kaddur (15 mayo 1912). Su cadáver fue trasladado, con honores militares, a Segangan, siendo enterrado en la kubba (tumba o mausoleo) familiar. Su recuerdo intacto permanece, como referente de ejemplaridad y generosidad, dignidad y valentía, en la memoria nacional de la sociedad marroquí.

  • Zoco
  • Del árabe sūq, mercado. Centro neurálgico de la actividad económica y social. En los zocos (aswāq) no solo se compraban y vendían toda suerte de productos agrícolas y bienes avícolas o ganaderos sino que también se recibía información del mundo exterior. Según aquellas cabilas, que fuesen limítrofes entre sí, los zocos cubrían todos los días de la semana, incluso los viernes, día de comunes plegarias en la mezquita.